sábado, 30 de marzo de 2019

Uno.



Yo
-créeme
si te digo-
conozco el mal

Le conozco
Sé de sus ansias
y su naturaleza
porque somos inseparables
Y sin él
no soy


El mal no cede
ni descansa
Y gana
además
todas sus batallas

Esa es
precisamente
su condena eterna:
no le es posible
nunca
dejarse vencer

No hay comentarios: