Yo
-créeme
si te digo-
conozco el mal
Sí
Le conozco
Sé de sus ansias
y su naturaleza
porque somos inseparables
Y sin él
no soy
El mal no cede
ni descansa
Y gana
además
todas sus batallas
Esa es
precisamente
su condena eterna:
no le es posible
nunca
dejarse vencer
ni descansa
Y gana
además
todas sus batallas
Esa es
precisamente
su condena eterna:
no le es posible
nunca
dejarse vencer
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